биография(исп.яз)
Briceño, Rafael
Ejido, Estado Mérida 18-07-1922 - Caracas, 22-06-2001.
Actor de teatro, radio, cine y televisión. Su nombre completo era Rafael Briceño Parissí, hijo del coronel Macedonio Briceño Picón y Enriqueta Parissí Contreras. Al terminar su educación secundaria se prepara para una frustrada carrera de bailarín de estilo clásico español, bajo la dirección de las bailarinas españolas Luana Alcañiz y María Antinea. Pocos años más tarde abandona esta disciplina para integrarse definitivamente al arte dramático. En Caracas estudia con la actriz ítalo-española Eugenia Zúffoli y el actor español José Bódalo. En 1942 forma parte del elenco del Teatro Obrero, dirigido por el actor León Bravo, y que luego pasa a llamarse Teatro del Pueblo. En ese mismo año se integra a la recién fundada Sociedad Amigos del Teatro, que dirige el dramaturgo venezolano Aquiles Certad. Por ese tiempo llega a Caracas la compañía de teatro del célebre actor francés Louis Jouvet, donde Briceño es aceptado en calidad de “comparsa” (extra) y posteriormente distinguido como “Meritorio” por el mismo Jouvet. Terminada esta experiencia, es integrado al elenco de la Compañía de Dramas y Comedias Nacionales de Leopoldo Ayala Michelena y Luis Peraza en el Teatro Olimpia. También actúa ocasionalmente con las compañías de comedias de Antonio Saavedra, Rafael Guinand, Santiago Serra y Celestino Riera. En 1945 emprende una gira por Latinoamérica, contratado en la compañía española de dramas y comedias Baus-Calero. En su paso por Argentina estudia voz y dicción con la actriz Berta Singerman. Al finalizar la gira se establece temporalmente en Quito, Ecuador, donde trabaja en programas radiales de la emisora Gran Colombia y obtiene un diploma de honor por la realización del programa Momento Cultural de Venezuela. En 1949 regresa a Venezuela y actúa en grupos de radioteatro. En 1951 se desempeña como director y figura estelar en radionovelas de Radio Cultura, Radio Continente, Radio Rumbos y Radio Caracas. En 1954 graba para el Canal 5 la serie El cuento venezolano televisado, dirigido por Román Chalbaud, con quien entabla desde entonces una fuerte amistad. En 1959 forma parte del elenco del Teatro Nacional Popular, antiguo Teatro del Pueblo. En medio de la representación de La zapatera prodigiosa, de Federico García Lorca, conoce a José Ignacio Cabrujas, con quien sostiene una entrañable amistad hasta la muerte del dramaturgo en 1995. Ese mismo año se estrena la película Caín adolescente, de Román Chalbaud, donde actúa Briceño. En 1961 se celebra el II Festival de Teatro Venezolano, donde Briceño participa en Sagrado y obsceno, de Chalbaud, y Lo que dejó la tempestad, de César Rengifo. El 10 de diciembre de ese año estrena la Historia del Sainete en Venezuela (Una autopsia del teatro costumbrista venezolano desde Rafael Prieto hasta Rafael Guinand), exitosa conferencia-espectáculo que representará junto a José Ignacio Cabrujas durante casi veinte años. En 1963, apoyando al Partido Comunista de Venezuela, participa en la fuga de tres guerrilleros de la Isla del Burro o Cárcel de Tacarigua, donde, valiéndose de las técnicas del maquillaje teatral, disfraza a Germán Lairet, Gastón Carballo y al mayor Azuaje, quienes logran escapar sin levantar sospecha. Su sensibilidad artística y la simpatía por las ideologías de izquierda llevan a Briceño a involucrarse en acciones revolucionarias durante los años 60, lo cual lo conduce más de una vez a los calabozos del SIFA (Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas) y a la Cárcel del Obispo. En 1964 actúa en el estreno de La quema de judas, escrita y dirigida por Román Chalbaud. En marzo de ese año interpreta uno de sus personajes más logrados: Rómulo, el grande, de Friedrich Dürrenmatt, acompañado por actores como Luis Salazar, Enrique Benshimol y Manuel Poblete. En 1967 representa a Lorenzo Barquero en la ópera Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos, con música de Carolyne Lloyd y texto de Isaac Chocrón. En 1967 funda en Caracas la organización teatral El Nuevo Grupo, con la cual lleva a escena piezas emblemáticas de Román Chalbaud, José Ignacio Cabrujas e Isaac Chocrón, cofundadores de la agrupación. En 1971, bajo la dirección de Román Chalbaud y acompañado por José Ignacio Cabrujas en el papel de Eloy, estrena La Revolución, de Isaac Chocrón, polémica pieza que marca un momento importante en el arte dramático venezolano y en la carrera de Rafael Briceño. En 1975 esta obra recibe excelentes críticas del diario The New York Post, tras su presentación en el Festival Internacional de Broadway. El 2 de septiembre de ese año se transmite el unitario Juicio a Gómez, en el que Briceño interpreta por primera vez al dictador. En 1976 viaja con La Revolución al II Festival Internacional de Teatro de Sao Paulo, Brasil, donde la crítica y el público elogian el trabajo actoral de Cabrujas y Briceño. En agosto estrena junto a El Nuevo Grupo la obra Acto Cultural, escrita y dirigida por Cabrujas, con la cual recorre Venezuela y varios países latinoamericanos. En enero de 1980 Briceño declina públicamente el premio CRITVEN, lo cual detona un escándalo que conduce a la posterior disolución de esta asociación de críticos de teatro. El 3 de octubre se estrena la teleserie Gómez I y II. A pesar del odio que Briceño confiesa sentir por Juan Vicente Gómez, realiza una interpretación magistral del personaje y alcanza notoria fama en el país. Poco después El Nuevo Grupo celebra en el Teatro Municipal los 40 años de vida artística profesional de Rafael Briceño, quien es condecorado con el Premio Nacional de Teatro. En 1981 es contratado por el Ballet Metropolitano de Venezuela para interpretar el “Abuelo de Clara” en El Cascanueces, papel que representará durante diecinueve años. Meses después estrena junto a Solistas de Venezuela la obra Andrés Bello o el Repertorio Americano, con textos de José Manuel Peláez y música de Luis Morales Bance, de quien se hace gran amigo. El 28 de octubre de 1982 estrena S. Robinson, de José Manuel Peláez y música de Luis Morales Bance, en el que Briceño interpreta a Simón Rodríguez, uno de sus personajes más logrados. En 1984, en el 48º Aniversario de la Radio Nacional de Venezuela, Briceño y Cabrujas son despedidos de la y sale del aire el programa Eso era cuando..., que hacían juntos. Ese año Briceño es contratado como Primer actor y Asesor de estudiantes y meritorios del Programa de Formación Profesional de la recién creada Compañía Nacional de teatro, que dirige Isaac Chocrón. Entre 1985 y 1993 trabaja para esta agrupación y comparte junto a directores de la talla de Hugo Ulive, José Simón Escalona, Carlos Jiménez, Armando Gotta, Costa Palamides y Javier Vidal, entre otros. En 1994 Briceño es seleccionado miembro del Consejo Nacional de Teatro del CONAC. También forma parte del grupo de teatro El Rompimiento, liderado por Frank Carreño y Livia Méndez. En julio de 1995 estrena Miranda, el Quijote cuerdo, o la otra historia de un soldado, con texto de Eduardo Casanova y música de Luis Morales Bance, donde Briceño interpreta a Francisco de Miranda. En 1997 dos nuevas películas nacionales se agregan a su trayectoria cinematográfica: Corazones negros, de Gabriela Rangel, y Pandemónium, la capital del infierno, de Román Chalbaud. En 1998 participa junto a la Camerata Barroca de Caracas en el espectáculo Fiestas de pasión y gloria en el Barroco de Latinoamérica, donde, bajo la dirección de la cantante Isabel Palacios, declama textos sagrados junto a la actriz Caridad Canelón. En julio de 1998 codirige y actúa en la obra Un curioso accidente, de Carlo Goldoni. Rafael Briceño es, en definitiva, un pilar del teatro venezolano del siglo XX. Su talento sirvió de base al éxito de piezas como La Revolución o Acto Cultural, y con el tiempo se ha llegado incluso a establecer una especie de sinonimia entre él y algunos de los personajes que inmortalizó, tales como Simón Rodríguez, Gaby y Amadeo Mier, en teatro, y Gómez, en televisión. El 22 de junio de 2001 Rafael Briceño murió de un infarto en el Ateneo de Caracas, justo antes de entrar a una función de teatro.
BIBLIOGRAFÍA
_________________ Когда в человека кидаешь грязь, помни: до него она может не долететь, а на твоих руках останется Омар Хайям
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