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Валентина Паррага(интервью 2004)
Valentina Párraga
Diosa en Caracas y Miami
Los escritores de telenovelas son los grandes creadores y hay muy pocos con talento a toda prueba. Los consideran y persiguen como si se tratase de “gallinitas de huevos de oro” pues su trabajo es único y muy valioso.
Es el caso de la autora de “Anita, no te rajes”, transmitida en Estados Unidos, y “Negra consentida” en Venezuela, proyecto compartido con Henry Herrera
E.A. Moreno-Uribe
CORTESÍA RCTV
Ya llegó a los 50 años, trabaja en Estados Unidos y quiere conocer Europa. Ese sería el tema de una telenovela que Valentina Párraga no escribirá por ahora
Las telenovelas se han convertido en los productos culturales más importantes de América Latina.
Las empresas productoras hacen un negocio global que supera los 2.000 millones de dólares de ingresos anuales, segun datos conservadores, pero las informaciones extraoficiales doblan esa cifra.
La verdad sobre los mil millonarios ingresos de ese negocio no es tan difícil de obtener, especialmente en Estados Unidos donde sí hay una feroz fiscalización. Y no resultará extraño cuando un juez federal dicte alguna medida de esas que llevan a los directivos de las corporaciones ante los tribunales por conductas no permitidas en las leyes de la Unión Americana. ¡Ya hay suculentas leyendas urbanas!
Venezuela fue uno de los países latinoamericanos que tenía mayor presencia en el mercado internacional de telenovelas, pero una serie de desacuerdos, especialmente por la devaluación del bolívar, entre los productores (plantas de televisión y creadores independientes) y los gobiernos de los últimos años afectaron gravemente a esa industria cultural. Hasta ahora, nadie ha manifestado interés para relanzar esa gran empresa que hizo famosa al país.
Sin embargo, los productores venezolanos se trasladaron a Miami o Bogotá y allá abrieron sus factorías, asociados con inversionistas ambiciosos. Quienes perdieron, y bastante, fueron los artistas criollos, que se quedaron sin trabajo o se vieron forzados a emigrar para grabar las telenovelas en México, Estados Unidos o Colombia.
Entre esa legión de artistas, que tras vencer los obstáculos de inmigración ahora trabajan en el exterior, además de actores, actrices, y técnicos, hay varios escritores o guionistas quien son las verdaderas “gallinitas de los huevos de oro”, porque de ellos, o de ellas, depende “el libro” que al ser producido utilizando elencos estelares, permitirá el resultado que tras ser transmitido por un canal local y la positiva respuesta de la audiencia, se venderá al exterior, después de las respectivas traducciones o doblajes. ¡Muchos dólares en pantalla!
Del teatro a la televisión Entre las libretistas o escritoras venezolanas que se destacan en el exterior está Valentina Párraga, que escribe Anita, no te rajes, en Miami.
Ella, a quien conocimos hace varios años cuando actuaba en diversas piezas teatrales, aquí cuenta buena parte de su historia profesional y personal.
-¿Qué pasó con el teatro?¿Cuándo se acercó a la televisión?
-Mi carrera teatral, y mira que soy osada llamándola así, fue un hobby que ame muchísimo, pero la verdad es que nunca me tomé en serio lo de ser actriz. Además, siempre me daban papeles de señora mayor. Supongo que por ser la más vieja del grupo. ¡Así que sólo tenía que impostar la voz como América Barrios y punto! Con esto quiero decir que era bastante mala, pero me divertía intentándolo.
Párraga evoca su pasantía por la Universidad Católica Andrés Bello y señala que ahí fue “donde conocí a Javier Vidal, Marco Antonio Ettedgui, Julie Restifo, Carlota Sosa, y mucha gente más que luego se dedicó a otras cosas. Juntos formamos parte de un grupo maravilloso que salió de la universidad directo a hacer teatro conceptual:
Autoteatro. “Junto con el grupo Theja hicimos cosas divinas, por lo menos así lo sigo recordando.
Luego murió el querido Marco Antonio de aquella trágica manera, en una obra en la que trabajábamos mi ex esposo y yo... y ya el teatro perdió para mi mucha de la magia que tenía. Lo último que hice fue A 2,50 la cuba libre y las tablas perdieron a una muy mediocre actriz, pero ganaron una devota concurrente.
Luego me metí de lleno a la televisión, en la que ya estaba trabajando”.
-¿Qué la llevó a escribir telenovelas?
¿Cómo comenzó y cuántas lleva hasta ahora?
-Siempre me gustó escribir; cuando fui productora me tocó muchas veces ver a los escritores diagramando los capítulos. Era apasionante la manera en la que los escritores se convierten en los dioses de seres que sólo existen en la imaginación.
Recuerda que en el año 90 tuvo la oportunidad de escribir unitarios junto con Francisco Martínez.
“Ya en el canal 8 habíamos tenido una buena experiencia Irene Calcaño y yo con su cuento Mi hermano Juan de Dios, que se materializó en un bello unitario. Luego luego me tocó ayudar a Alicia Barrios en la adaptación de una novela de Delia Fiallo y descubrí que no era tan mala para eso. Tres años después, Arquímedes Rivero me dio la oportunidad de adaptar otra novela y surgió María Celeste y el resto es historia.
Valentina asegura que escribió la primera parte de Dulce enemiga en Venevisión, luego en Radio Caracas hizo Niña mimada, Carita pintada, Viva la pepa, Trapos íntimos y dejó en preparación Negra consentida.
Perla Farías, a la sazón ejecutiva de la cadena Telemundo se la llevó para Miami y allá está, escribiendo Anita, no te rajes.
El duro oficio -¿Ha tenido profesores o maestras en su carrera?
-Son todos los escritores con los que alguna vez trabajé como productora.
Ellos son: César Miguel Rondón, Mariela Romero, Vivel Novel, Norberto Díaz Granados.
Alicia Barrios y, ¿por qué no?, el mismísimo Arquímedes Rivero. Y todos aquellos con los que hubiera querido trabajar: Cabrujas, por supuesto, y la señora Fiallo. ¡Y Dumas...
siempre Dumas!
-¿Cómo es la mecánica de trabajo para escribir una telenovela?
-Se concibe una historia básica.
Se le engorda al crear los personajes y las subtramas, se realiza la macro diagramación y se comienzan a escribir los primeros capítulos, arranca la producción, y luego viene la paridera con el rating.
-¿El cine y el teatro no la atraen para escribir?
-Mucho... ¡¡¡pero me infunden un respeto!!! Un día de estos me decido y me doy con una idea que me viene rondando.
-La diva de las escritoras de telenovelas, Delia Fiallo, asegura que existen 33 maneras para abordar un tema telenovelesco, pero ella nunca dice cuáles son ni cómo se plantean, no revela nada. ¿Usted conoce y aplica los mismos criterios deliafiallescos?
-Las historias románticas tienen una base típica:
la linda parejita protagónica y la linda pero mala pareja de adversarios.
Sobre esa base se hacen todas las combinaciones y permutaciones posibles. A eso le agregas un origen desconocido o falso de alguno de los protagónicos, uno o dos padres o hijos perdidos, dos o tres secretos inmencionables y una fortuna o una empresa como aliciente económico... y tienes una telenovela.
Lo que el escritor tiene como instrumentos para un melodrama son elementos usados universalmente desde los griegos para acá.
-¿Qué es lo auténtico de cada escritor?
- El estilo. Y creo que he luchado por tener mi estilo, por decir las cosas a mi manera. En Venezuela lo hice, aquí en Estados Unidos estoy intentando abrirme un camino con un público que no conozco.
-¿Quién decide los nudos o los puntos de máximo interés de una telenovela:
usted, el jefe de dramáticos de la empresa televisora o el fatídico rating?
-Los tres, pero con el orden invertido, ¡jajajaja! El rating va siempre primero.
-¿Éxitos?
-Unos cuantos y bonitos.
-¿Fracasos?
-Unos cuantos... ¡y bonitos!
-¿Usted siempre choca dos o tres veces con la misma piedra?
-No, ahora uso lentes para ver mejor las piedras, sólo me tropiezo con piedras nuevas.
-¿Sepulta proyectos cuando enfrenta obstáculos insuperables?
-Estoy aprendiendo a esperar, porque aprendí que siempre pasa un autobús a San Ruperto y te va a presentar una buena oportunidad distinta e incluso mejor de lo que esperabas.
-¿Cómo hace para escribir una telenovela como Negrita consentida, a distancia?
- Negra Consentidaes escrita hoy por hoy por Henry Herrera que como sabes es el guionista premiado de Punto y Raya. Antes de venirme para acá entregué a José Simón Escalona la sinopsis, la descripción de personajes y la macro diagramación de la historia. Y en estos momentos Henry hace el trabajo duro.
-¿Y después de Negra consentida y Anita, no te rajes, qué prepara?
-Mi tan soñado viaje a Europa.
-¿Qué hace cuando no está escribiendo o planificando telenovelas?
¿Cómo es esa mujer?
-Es una tipa a la que le llegaron los 50 años por asalto, porque tiene todavía un corazón cachorro y alegre, que no se raja como mi Anita.
Una madre muy ansiosa con unos hijos maravillosos y contestatarios, una hija orgullosa de su padre y de sus hermanos, una esposa feliz y gordita. Y una profesional muy obsesionada con lo que hace.
Como diría Roberto de Bris, soy una psicópata “T”. Soy muchas personas dentro de mí misma.
-Por qué está en Miami?
-Por que lo soñé hace unos cuantos años... ¿Te acuerdas que antes te mencioné lo del autobús de las oportunidades? Pues agarré uno bien bueno que me trajo hasta acá.
Y aquí estoy dándole duro.
Gays en pantalla -¿Por qué se le niega al público la posibilidad de ver en la pantalla una realidad más cercana a la suya y no la repetición de la repetidera, los mismos argumentos con cambio de nombre?
-Yo no se como contestar a esa pregunta...
supongo que porque he hecho novelas con argumentos que parecen muy usado y he hecho cosas como Trapos íntimos que en su momento fue considerada como una novela de “ruptura” y si soy completamente sincera...
todas las disfruto igual.
Las rosaditas... y las “novedosas”.
-¿Por qué no presentan temas más controversiales y actuales, como los matrimonios homosexuales, por ejemplo, si se tiene en cuenta los altos porcentajes de esas conductas?
-Porque aunque sea interesante y controversial el tema de los amores homosexuales, y aunque haya un alto índice de población gayaún dentro del closet, la inmensa mayoría de la población hispana en general es pacata e hipócrita. Además, hay que pensar en los televidentes infantiles a la hora de emitir contenidos de esa naturaleza. No estoy muy segura de que se pueda ser muy abierta o explícita en el asunto de la manifestación amorosa entre parejas gays. ¿Gustaría? Creo que no. Y ese tema es controversial sólo la primera vez, todo lo demás es llover sobre mojado.
Las telenovelas se han convertido en los productos culturales más importantes de América Latina
A 2,50 la cuba libre
La ya consagrada escritora de telenovelas Valentina Párraga no olvida su pasantía por el teatro ni sus proceso de aprendizaje en la televisión. No rechaza su pasado ni olvida su historia. Ella reitera, una vez más, que “recordar es vivir, como dice el bolero, ¿no? Yo arranqué en televisión de la mano de grandes maestros y amigos: Belén Díaz, y su esposo, para aquel momento, Marcos Reyes Andrade. En el año 1978 comencé mis estudios de comunicación social en la Católica, y Belén y su hija Yoana eran mis compañeras, formábamos las tres un equipo de estudios y de trabajo imbatible. Marcos me convenció para que entrara al teatro universitario y más tarde, al ser nombrado gerente de Producción del canal 8, me dio empleo como asistente de producción de Dramáticos” Subraya que esos fueron buenos tiempos para el canal 8, con escritores de la talla Salvador Garmendia, Norberto Díaz Granados, Mariela Romero, poetas como Elisa Lerner, Adriano González León, y directores maravillosos como Ibrahim Guerra. “Tuve la suerte de trabajar en muchos proyectos con él, mucho de lo que aprendí en producción se lo debo a Guerra. Para ese entonces, además de su actividad como director de TV, estaba trabajando en una obra de teatro ambiental A 2.50 la cuba libre y yo me involucré mucho con él en ese proyecto, tanto que iba muchas veces a los ensayos por el solo gusto de ver la puesta” Comenta que una de las integrantes del primer elenco de A 2.50 la cuba libre, “que precisamente hacía el papel de una fichera embarazada, Virginia Vera, salió en efecto en estado, y tuve que reemplazarla de repente en la obra, así pasé a formar parte de esa pieza que rompió récord de taquilla por más de siete meses en la Sala Rajatabla donde se le presentaba.
Fue muy curioso, porque al poco tiempo de concluir la temporada yo también salí en estado de mi primera hija.
Es decir, pasé como un año y medio con una barriga, entre la falsa y la verdadera.
Es hermoso todo lo vivido y nadie me lo puede quitar”.
_________________ Когда в человека кидаешь грязь, помни: до него она может не долететь, а на твоих руках останется Омар Хайям 
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